SANMARTINO: “en la Argentina se dejó de pagar por calidad hace tiempo”

Durante el Congreso Panamericano de la Leche que se realizó la semana pasada mantuvimos una extensa charla con el Director Nacional de Lechería Alejandro Sammartino, donde abordamos temas de coyuntura y de futuro de la agenda lechera

Durante el Congreso Panamericano de la Leche, el Director Nacional de Lechería Alejandro Sammartino habló sobre el futuro y la actualidad del sector.

A ver si interpreto mal una de tus frases de ayer en el discurso, “hay que salir de una mirada bucólica de qué es la producción, qué es el campo, el esfuerzo, para ir a una mirada más profesional, donde también se pueda disfrutar de la actividad, porque parte del problema es que no se disfruta la actividad tambera en Argentina.

Algunos sí, otros no. Dejemos de mirarnos el ombligo, no somos la frutilla allá arriba, ya dejamos de ser los buenos, y en la lechería también, porque estamos frente a una sociedad que responde ante las retenciones diciendo “los del campo no quieren aportar nada” el campo tiene un problema cuando se lo tilda de egoísta porque no quiere aportar, guarda con la imagen que demos desde el sector agropecuario en medio de la sociedad, y lo digo como productor agropecuario.

La primer reacción es decir, “dejemos de hacernos las víctimas” porque no existe ningún versículo de la biblia que dice que un arcángel bajó y bendijo a los tamberos diciendo que iban a merecer el precio que ellos quisieran, y dijera, ustedes por haber tocado la teta de una vaca van a merecer el precio, eso no existe, o capaz que yo no lo vi. Entonces, dejémonos de ser víctimas y creer que merecemos algo, que merecemos este sacrificio, y lo digo yo que soy productor y he ordeñado en fosa, para decir señores, vamos a ponernos los pantalones largos, vamos a pelear por lo nuestro y vamos a comprometernos en mejorar nuestro negocio, porque en definitiva, más allá de que es un estilo de vida, hay que construir el negocio, porque no hay negocio que no se haga con pasión. Esa idea de que hay negocios con rentas y otros negocios con pasión no existe. Preguntale al dueño de Apple si no le puso pasión a su tarea. El concepto de pasión lo tiene cualquier actividad, y de vuelta, nos creemos que somos únicos.

¿Es cierto que según sus datos casi la mitad de la leche que se produce en el país no cumple los estándares para ingresar a fábrica?

Sí. Es el 44% de la leche y el 55% de los productores.

¿Cómo se trabaja en eso?

Eso te marca que en realidad en la Argentina se dejó de pagar por calidad hace tiempo. Y se dejó de pagar porque tampoco había interés de buscar mercados de mayor valor. Entonces se dividió como todo en Argentina, en dos grupos, aquellos productores que están trabajando en buena calidad, y aquellos productores que están trabajando en una permanente crisis, tratando de sobrevivir.

Lo primero que hicimos es implementar una herramienta, el Programa Argentino de Calidad de Leche, para decir, existe esta herramienta para subirse y trabajar en mejorar calidad higiénico sanitaria. Y después, dentro del Siglea existe una comisión técnica que busca que la calidad esté cada vez mejor reflejada, pero es una cuestión de mercado, acá no puede haber obligación alguna. Y después está la industria y los demás actores para que se pongan de acuerdo para pagar mejor calidad.

¿No estamos en una situación donde los mejores productores subvencionan a los de peor calidad de leche?

Es así, y lo comprobó el sistema, o sea, los niveles de bonificaciones comerciales de una leche alta en sólidos y mejor calidad pueden llegar al 15%, mientras que para una leche de mala calidad y bajos sólidos alcanzan hasta el 22%

¿Este es un problema de precios?

Es un problema de cadena, porque el precio no es un acto mágico voluntario de alguien que decide poner esto. El precio es la resultante de la construcción de un valor en una cadena, que después es compartido a través de la competencia por distintos eslabones. Eso es economía básica, porque si no creemos en el voluntarismo de que alguien en la cadena tiene un peso, o dos o tres, y se lo tenemos que sacar. Entonces no hay ningún funcionario lúcido, que haya podido encontrar en las 670 plantas existentes ese peso para devolverlo a los productores.

Por eso, antes del precio, empecemos a trabajar en construcción de valor, en calidad, en mercados, eso es lo que queremos que empiece a pasar.

¿Ok, hablábamos de los tambos, pero de esas 670 plantas, cuántas están enmarcadas en la reglamentación?

El relevamiento te marca que el 50% de esas plantas carece de pasteurizadores, y el 75% no tiene tratamientos de efluentes. Y dentro de todos los estratos industriales, para no estigmatizar a los pequeños. Tenés buenos niveles de competitividad en todos los estratos. Hay pequeñas plantas muy competitivas, y hay grandes plantas muy poco competitivas. Lo que nos ha indicado que en competitividad encontrás buenos jugadores en todos lados, y también malos por todas partes. Como pasa en los tambos, tenés lecherías del Siglo XIX y lecherías del Siglo XXI. Porque la discusión que también tenemos que dar es la brecha productiva, esto también lo planteé en el discurso, ocurre acá y en todo el mundo, en Uruguay, en Nueva Zelanda, en Australia.

Estamos de acuerdo que ocurre en todos lados, pero qué asa si decimos que hoy la lechería no es para todos, una vez lo dije y muchos se enojaron, es para los que van a hacer las cosas bien. Se vana seguir quedando fuera tambos, esto pasa en todos lados.

Pero hay una diferencia con otros países. Yo estuve estudiando los factores de por qué los tambos cierran en el mundo, y te encontrás que es más un tema de continuidad de la empresa familiar. Es cierto que una inundación, una crisis de precios, alguna adversidad, dispara el cierre, pero la sentencia, la fecha de caducidad, ya se la habían puesto antes. No encuentro que haya factores de cierre cuando hay un proyecto familiar sostenido en el tiempo. Entonces, cuando hablamos de sustentabilidad, tenemos que hablar de los intereses y las expectativas de las familias. Cuando hay una familia que tiene claro en la primera, la segunda y la tercera generación hacia donde van, esa empresa es imbatible.

Entonces, el cierre de los tambos en Argentina tiene más que ver con eso, en otros países puede ser más un tema de escala, como en Europa, donde son fincas familiares, imposibles de crecer, y hace que cierren, pero Argentina puede crecer. Y vos sabés de muchos amigos que en los últimos años ha habido amigos, que conocés, que en los últimos años han crecido consistentemente, lo han hecho con Cristina, con Carlitos, con Mauricio, y van a seguir creciendo, porque tiene un proyecto consistente, hacen bien las cosas y van para adelante.

Eso que decís, que la lechería de hoy no es para cualquiera, es porque la lechería del pasado terminó, como la agricultura del pasado, ¿alguien se sube a un Hanomac con arado de rejas para sembrar maíz?

Pero en cuanto a tecnología estamos un poco más atrasados que la agricultura. Cuando vino la revolución tecnológica en la agricultura fue un boom, en lechería estamos atrasado en este aspecto.

Pero ojo, cuando se dio el boom de la agricultura en los 90 la lechería le peleó y le ganó por varios cuerpos a la agricultura, que coincidió con la explosión de la siembra directa. En las crisis crecés, generás cambios más fuertes. No me animaría a afirmar que solamente innovás con buenos precios, creo que innovás más en las crisis, pero de todas formas, la lechería necesita una innovación tecnológica, pero también de procesos, se requiere un cambio en el manejo, la agriculturización de las pasturas. Recién alguien hablaba de 22 toneladas de materia seca, te imaginás a los tambos en la Argentina sacando esos niveles de productividad, no los para nadie. Con 22 T. de materia seca estás sacando 20 mil litros de leche. Con 20.000 litros de leche, a 20 centavos, estamos hablando de U$S 4.000 y no hay margen de agricultura que le pueda ganar.

Sí, hemos escuchado ejemplos del mundo muy interesantes hoy.

Mirá, dejemos los tambos un rato y hablemos de las pymes, cómo pude ser que una pyme láctea esté exportando dulce de leche a Japón, con todos los requerimientos, los certificados de calidad, etc. qué le pasó, no estuvo en la Argentina estos años?

Esa pyme se desarrolló en el mismo clima hostil que el resto, pero hubo algo, que no lo explica la argentinidad que no lo explica la Argentina. Como esa pyme también hay otras que están exportando. Igual con los tambos, vos encontrás que hay tambos que los podés mostrsr y son los más competitivos del mundo, grupos Crea, grupos en Villa María, en Marul, grupos que funcionan muy bien.

Por Damián Morais