De la algarabía de la semana anterior, con la suba de los precios internacionales de la leche en polvo, en estos días se comienzan a ver los movimientos en las góndolas, tal como se venía anticipando
A poco más de 3.300 dólares por tonelada la leche en polvo, promete hacia adelante un precio supuesto de mejora para el productor. Sin embargo, en la espera va a haber otras novedades.
Lo decíamos la semana pasada, los valores al consumo se van a ajustar entre cinco y diez por ciento, ya habiendo comenzado esta estrategia de las industrias en algunos sectores del país, para poder amortiguar el golpe financiero que supone el último aumento pactado en paritarias con Atilra, pero también cobrándole a los clientes cotidianos la baja en las compras.
Precios más altos no resolverán la pérdida originada en el desánimo del consumo interno, por inflación y saturación, sin embargo ya se puso en práctica una previa alentadora.
Mientras muchos de los altruistas del modelo político anterior intentan justificar en este Gobierno la crisis del sector lechero, parece que sin recordar la nada en la que se desempeñaron productores e industrias durante años, no está demás marcar que la crisis tiene varias influencias, desde el contexto internacional hasta el nacional y regional, con claros aportes recientes que vuelve a generar el clima.
Es así que mientras la lluvia acucia al corazón bonaerense, antes de la remarcación hay una intención de salir a vender todo lo posible, sobre todo entre las empresas que están financieramente más complicadas.
En Rafaela se pueden aprovechar por estas horas ofertas de hasta casi cuatro pesos de rebaja en la leche larga vida. Mientras una marca vende el litro en caja a algo más de 19 pesos, siendo la empresa que en pocos días tendrá números arriba de 20 pesos para el producto, una de sus directas competidoras ofrece el tetra brick a mucho menos de 16 pesos, con lo cual, es el momento de invertir en este producto de consumo esencial, por tener valores similares a los sachet.
Los quesos aún contenidos, van a acusar el aumento pronto, sin embargo la conservación de cada porción se puede debatir de diferente manera.
Es este el momento de jugar al consumo inteligente, mientras nos vamos haciendo a la idea de nuevos valores en alza para uno de los segmentos de alimentos fundamentales de la canasta básica, que sumarán así algo más al balance final de más de un año de inflación constante.
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