El presidente del Centro de Industria Lechera, Miguel Paulón, pintó un panorama muy complicado para la cadena láctea en los meses que se avecinan. En una entrevista con CASTELLANOS, no ahorró advertencias sobre las dificultades presentes y para el mediano plazo. «Estamos en medio de la crisis», insistió. Y se refirió al impacto que la eliminación de las retenciones tendrá sobre el costo de las explotaciones tamberas, ubicándolo entre un 30 y un 40%.
Luego de participar en el acto de toma de posesión del nuevo ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, Paulón reconoció que «hay una expectativa en la gente en el sentido de que transitemos situaciones más normales». Pero al mismo tiempo alertó que «nosotros estamos en medio de la crisis, no hay vuelta de hoja. Tendremos que ver como evoluciona el tipo de cambio, como lo hará la eliminación de las retenciones. Estamos tratando de imaginar como podemos sumar nosotros nuestro aporte, más el esfuerzo que ha hecho y que promete hacer el Estado, para mejorar la situación».
Para Paulón, no hay muchas vueltas en los análisis: «la realidad es que estamos mal pero vamos a tener menos leche y eso agrava la situación».
-¿Qué herramientas están pidiendo al Estado?
– A ver: el mercado internacional reaccionará recién a mediados del año próximo. El mercado interno está recontrasaturado. Entonces los precios que se están viendo son los que se pueden pagar. Pretender más sería poner a la industria en situación terminal.
– El productor está atravesando uno de los peores momentos de la historia en materia de precios. ¿No es imposible pensar en pedir un aumento de la producción en estas circunstancias? 
– No le podemos decir al tambero que aumente la producción. Lo que hay que hacer es producir con los mejores costos que se puedan lograr, y hay que pasar el temporal. Si mejora el tipo de cambio, a lo mejor la exportación puede aportar un poquito más….
-¿Cómo está el mercado externo?
– Pesadísimo. La demanda está muy retraída, Brasil está demandando, pero con ellos tenemos el límite de la cuota y además hay bastante leche en Brasil. El cuadro es difícil, para prestarle mucha atención en el corto plazo. Si no lo hacemos, el mediano plazo nos va a costar muchísimo. No vemos una salida.
-¿No ven una luz al final del túnel?
– Esa es la realidad: no vemos la luz al final del túnel. Si el mercado internacional reacciona a mediados de año, todavía faltan muchos meses para eso. Hay que transitar esos meses, ¿no?
-¿Cómo impactará al sector tambero la eliminación de las retenciones en el maíz?
– Nosotros entendemos que la eliminación de las retenciones en maíz y la reducción de las retenciones en soja, impactarán entre un 30% y un 40% en los costos del productor. Eso se traduciría en un 10% de costos finales. Somos conscientes de que si el productor no recibe un poco más es imposible que levantemos la puntería en la producción. Así que habrá que hacer todo el esfuerzo posible para realizar correcciones. Habrá un reacomodamiento general. Los costos internos se han disparado en los últimos años. El costo de logística, la incidencia de la mano de obra y ese tipo de cosas, en la industria se están pagando valores nunca vistos.
-Se ven muchas ofertas en productos como yogures o leches. ¿Es el camino para achicar los stocks?
– Es lo que hacen las industrias para sostener volúmenes de venta, pero se reducen los ingresos por precio. En el mercado interno estamos forzando ventas a través de bonificaciones. Está muy sobreofertado el mercado local. Los precios al consumidor no se pueden corregir porque no hay margen para ello. Si alguien se apropió de la renta en la cadena está después de la industria.

Tiempo de definiciones

Por Elida Thiery – Si bien desde el Ministerio de Agroindustria se pretendía el lunes sentarse con la cadena láctea, la necesidad de ordenamiento económico se llevó puesto todo y el planteo de la salida de las retenciones para el campo (salvo la soja que conserva 30 puntos de pago extraordinario de impuestos) y para la industria, además de la liberación el cepo y la flotación libre del dólar fueron los temas protagonistas de la primera semana de Gobierno.
Mientras en la Subsecretaría de Lechería, encabezada por Alejandro Sammartino, ya inició la convocatoria a las entidades, provincias e industrias, para que en la tarde del lunes se reúna la cadena a plantear realidades y debatir alternativas de solución, también se empezó a trabajar en el reemplazo de directores. Ya hay al menos dos cambios en el equipo y así se diluyen las esperanzas de conservar los cargos de varios de los antes contenidos por la gestión Videla. Con lácteos algo más estables en la segunda suba consecutiva, que tuvo este martes un alza del 1,9 por ciento en general y en particular para la leche entera en polvo con 1,8 puntos arriba hacia los 2.304 dólares la tonelada en la contemplación internacional, se podrá hablar con algo más de calma, pero con la intranquilidad de precios vergonzosos para la producción que rondan los 2,30 pesos por litro al tambero, en promedio.
Por otra parte, hoy por la tarde en la localidad de Alcorta, el gobierno de la provincia de Santa Fe, encabezado por su titular Miguel Lifschitz y su ministro de la Producción, Luis Contigiani, harán la presentación de una planificación estratégica para los próximos cuatro años. Será allí que se conozca el «Documento programático para la articulación de políticas de desarrollo agropecuario, industrial, de comercio y servicios», donde estarán reunidos actores institucionales de los sectores productivos más relevantes a nivel provincial.