Se llevó a cabo la jornada en Rafaela sobre las BPA en la aplicación de agroquímicos

jornadaParticiparon más de 100 personas, entre profesionales, técnicos y productores. A las disertaciones, a cargo de especialistas en la materia, se le sumaron demostraciones a campo terrestres y áreas

Se llevó a cabo en el INTA Rafaela la jornada denominada “Buenas prácticas en la aplicación de agroquímicos. Estrategias para minimizar el riesgo sobre la sociedad y el ambiente”, que contempló disertaciones y también demostraciones a campo con aplicaciones (de agua, simulando la aplicación de agroquímicos) terrestre y aérea para mostrar la “deriva en el campo”. Más de 100 personas asistieron al evento, que contó con la presencia de funcionarios locales y nacionales, pertenecientes al Ministerio de Agricultura de la Nación.

Jorge Villar, director del INTA Rafaela, hizo hincapié en la estrategia de trabajo del INTA en el centro de Santa Fe, promoviendo tecnologías de producción que incluyen el cuidado del ambiente y la salud de la población. “Seguiremos trabajando para la convivencia entre el campo y la ciudad”, dijo.

Lucrecia Santinoni, del Ministerio de Agricultura de la Nación, consideró la jornada un “nudo neurálgico en materia de producción agropecuaria”, basadas en un documento elaborado por el MINAGRI con la participación de distintas organizaciones, sobre las buenas prácticas de aplicación. Al final del encuentro, resaltó que se trata de una problemática compleja en la que existen muchos argumentos que debemos escuchar. “Lamentablemente algunos faltan sistemáticamente a la cita y nos perdemos la consideración de sus argumentos en el debate”, se lamentó.

Uno de los disertantes fue el investigador y capacitador del INTA Oliveros, Rubén Massaro, que habló acerca de la interacción de los componentes de la aplicación. “Las cosas no están aisladas. Clima, técnica, producto, dosis, se relacionan y producen efectos”, remarcó. Eficacia, reducción de la deriva tendiente a 0 (“un tema clave del que prácticamente no se habla en la Argentina”, dijo) y autonomía del equipo de aplicación son componentes que deben abordarse juntos en esta instancia. Según Massaro, “debería estar legislada la forma de pulverizar en las áreas críticas”.

Demostraciones a campo

Con la conducción de Federico Elorza (CASAFE) y Rubén Massaro (INTA Oliveros) se realizaron en el lote una aplicación terrestre y un área. Con la participación de veedores del público, se colocaron tarjetas hidrosensibles (que permiten evaluar la deriva de los agroquímicos en el campo) cada 10 metros hasta los 200 (ya que el documento del Ministerio recomienda 100 metros de exclusión en la aplicación de agroquímicos para las aplicaciones terrestres y 200 para las áreas), que luego fueron presentadas en las conclusiones finales en el salón. Antes se mostraron las formas correctas de proceder para la aplicación en todo el proceso, desde las normas de protección del aplicador hasta el triple lavado y deposición de los envases que establecen las normas IRAM.

Los resultados mostraron que con una temperatura de 28°, 51% de humedad, 10 km/h de velocidad de viento la deriva fue como máximo de 60 m en la aplicación aérea y de 10 m en la terrestre. “Muy por debajo de los límites de 100 y 200 m que indica el documento del Ministerio”, afirmaron los especialistas.

Fuente: Nuestro Agro