Mala noticia para las naciones que desmantelaron al sector frigorífico
En el último año las compañías que transforman granos en proteínas animales registraron un crecimiento sideral a causa del derrumbe de los precios de los commodities agrícolas.
En la cima del ranking estadounidense se ubica la compañía avícola Pilgrim’s Pride Corp: en el último año las acciones de esta empresa subieron un 94% en el Nasdaq.
La acción de Tyson Foods (compañía que procesa carne bovina, aviar y porcina y cotiza en el New York Stock Exchange) creció más de un 35% durante el último año, mientras que el papel de Hormel Foods (empresa cárnica que produce unos deliciosos trocitos de panceta crocante para ensaladas) subieron casi 20% en el mismo período.
En el Toronto Stock Exchange, la acción de la compañía procesadora de carne aviar y porcina Maple Leaf Foods creció más de un 39%.
En el mercado brasileño BM&F Bovespa las acciones las de las principales compañías cárnicas también la rompieron en el último año: JBS subió más del 29%, al tiempo que Marfrig creció 21% yBrasil Foods un 10%.
Está clarísimo que aquellos inversores que, previendo un derrumbe del precio internacional de los granos, se posicionaron en industrias cárnicas lograron hacer grandes diferencias.
En términos de política económica, si bien un derrumbe del precio de los granos es una mala noticia para las naciones exportadoras de commodities agrícolas, el hecho de disponer de una sólida industria cárnica contribuye a compensar tal fenómeno. Es el caso de EE.UU., Canadá y Brasil.
En la Argentina, el gobierno kirchnerista, lejos de promover la creación de una industria cárnica sólida en la última década, se ocupó de desmantelar al sector frigorífico bovino. Y las bases sobre la cuales se sustentó el crecimiento del sector avícola demostraron no ser sustentables con elconcurso preventivo de acreedores presentado este año por Rasic Hermanos.
Por ese motivo, las autoridades económicas argentinas, desesperadas por evitar que el Banco Central (BCRA) se vacíe aceleradamente de divisas, en lugar de presionar a grandes corporaciones cárnicas (inexistentes o quebradas), sólo puede recurrir a las grandes compañías exportadoras de commodities agrícolas para solicitar que liquiden dólares.