OJO CON EL CUENTO DE LA LECHERA

Seguramente se acuerdan del cuento de la lechera, por las dudas, refresquemos la memoria

La primera versión es de Esopo, tiene ya unos 2600 años y dice algo más o menos así:

Una lechera llevaba en la cabeza un tarro de leche recién ordeñada y caminaba hacia su casa soñando despierta. «Como esta leche es muy buena», se decía, «dará mucha nata. Batiré muy bien la nata hasta que se convierta en una mantequilla blanca y sabrosa, que me pagarán muy bien en el mercado. Con el dinero, me compraré un canasto de huevos y, en cuatro días, tendré la granja llena de pollitos, que se pasarán el verano piando en el corral. Cuando empiecen a crecer, los venderé a buen precio, y con el dinero que saque me compraré un vestido nuevo de color verde, con tiras bordadas y un gran lazo en la cintura. Cuando lo vean, todas las chicas del pueblo se morirán de envidia. Me lo pondré el día de la fiesta mayor, y seguro que el hijo del molinero querrá bailar conmigo al verme tan guapa. Pero no voy a decirle que sí de buenas a primeras. Esperaré a que me lo pida varias veces y, al principio, le diré que no con la cabeza. Eso es, le diré que no: «¡así! «

La lechera comenzó a menear la cabeza para decir que no, y entonces el tarro de leche cayó al suelo, y la tierra se tiñó de blanco. Así que la lechera se quedó sin nada: sin vestido, sin pollitos, sin huevos, sin mantequilla, sin nata y, sobre todo, sin leche: sin la blanca leche que le había incitado a soñar.

Hoy el precio de la leche al productor está en valores que hacía muchos años no alcanzaba, Mayo cerró con un promedio de $14,54 (U$S 0,32) lo que significa un aumento de un 9,1% con respecto a abril y de un 130% interanual.

Muchos creen que este ritmo de suba no se detendrá, por lo que esta pelea por un litro entre las industrias ha llevado a muchos tamberos a pensar en que harán cuando cobren la leche de los próximos meses, pero como bien dice el vulgo, «No hay peor precio que el que no cobra.»

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