LA LECHERÍA QUE SE VIENE

En la Jornada de Actualización Técnica de Región Santa Fe Centro de CREA se analizaron los desafíos futuros para el sector. Concentración y eficiencia tranqueras adentro y afuera, con vacas más chicas y productivas

El Ing. Agr. Gonzalo Tuñón remarcó que trabajo en Uruguay desde hace 6 años coordinando un equipo “enfocados en transmitir prácticas de manejo y tecnologías para el campo, muy parecido al trabajo de CREA en contacto permanente con los productores”. Consultado respecto de hacia dónde va la lechería, destacó que la lechería que viene es una lechería exigente, en un contexto en el cual los tambos siguen cerrando “y eso es inexorable, hay cada vez menos tambos, y los que quedan son los que tienen que dar un salto cualitativo en eficiencia”. Tuñón remarca que la eficiencia debe llegar a de cada uno de los procesos: “en estructura, en calidad de la mano de obra, en condiciones de vida para la gente, condiciones de confort para las vacas. Todo ese combo de cosas que son los desafíos para adelante. Sobre todo, me enfoco en cómo metemos a la vaca en ese ambiente, y si elegimos una vaca cualquiera o una vaca a conciencia, que tenga los rasgos que nosotros queremos que tenga”.

Las reglas y las vacas

Según Tuñón, es un tema clave, pero depende de reglas claras. “Las reglas en Argentina no son claras todavía, porque en otros países donde uno sabe cómo le pagan la leche, tiene las opciones para elegir qué tipo de vaca quiere”, asegura. “Pero si el tambero no sabe si le van a pagar por volumen o por sólidos, ese es el primer factor que te hace dudar. De cualquier manera, es mejor tomar una decisión que no tomarla, y en el caso de hacerlo, la vaca a la que vamos a llegar (que es la que están yendo en Uruguay y muchos productores en Argentina) es una vaca que produce más porcentaje de sólidos con menos peso vivo. Es, en otras palabras, una vaca más eficiente para convertir comida en leche, que no requiere tanto para mantenerse, que es fértil, longeva, robusta, pero produce más porcentaje de sólidos en la leche, lo que al final de cuentas, si somos un país exportador (como tenemos que ser), es lo que nos va a pedir el mercado”.

En la Jornada se habló de la gestión operativa, comercial y sectorial. “Es un idioma nuevo. Afortunadamente hoy se dan las condiciones para el diálogo en la Argentina y la lechería necesita de eso. El productor no puede esperar que otro le dicte hacia dónde ir. En los países de punta que andan bien, con lecherías fuertes, son los productores quienes deciden adónde ir. Y los asesores acompañan y no al revés. El mejor camino lo saben los productores”, cerró.

¿Pastoril y rentable?

Otro de los disertantes del evento fue el Ing. Agr. Martín Favre, quien hizo hincapié en las claves para una lechería pastoril y rentable. “Es importante ver las limitantes de suelo y ambiente que implica el cambio climático y las napas altas de la zona Centro de Santa Fe, donde están la mayoría de los tambos, y que tienen un gran porcentaje de suelos clase I y II, aptos para la siembra de alfalfa y la agricultura. Pero que en casi el 80 % de su superficie han tenido en estos últimos años la napa por encima de los 2 metros y con un cambio climático que amenaza con cambios frecuentes. Eso hace que las pasturas no duren”, explicó.

En este sentido, Favre destacó que la idea es tratar praderas durante tres años, desarrollando las tecnologías de investigación, y hoy -a la fuerza- todos los tamberos se ven obligados a hacerlo.

“En pleno proceso devaluatorio, las vacas comen dólares y producen pesos, el precio no se recupera y los costos aumentaron en dólares, es una tenaza que debemos resolver tranqueras adentro y tranqueras afuera para convencer que somos una cadena junto con la distribución, el comercio y la industria, y que sin el productor no hay viabilidad en la cadena”.

La importancia del tambo

Además, enfatizó que según todos los especialistas, la producción va a seguir aumentando, pero con tambos que vienen en descenso, no sólo en la Argentina sino en todo el mundo, es un proceso donde se va hacia tambos más grandes y más eficientes. “El tema es que en Argentina no pasa porque el productor sea ineficiente, sino por tener una parte chica de la renta de la cadena”. Y le puso números. “De 35.000 tambos que teníamos en 1985 estamos en 11.000. De cada 3 tambos ha quedado uno en estos 30 años, pero es un proceso que no podemos seguir permitiendo, porque el tambo no es sólo producción de leche, es arraigo en la localidad, inversión, capacitación de los jóvenes como operarios en el mismo lugar y eso es un desarrollo federal”. Y cerró apelando a las cuestiones sociales y también ambientales, “porque donde hay una pradera permanente estamos mitigando el problema de las napas, estamos capturando carbono, estamos brindando servicios ecosistémicos que antes no se miraban pero ahora sí. Y que demuestran que un tambo pastoril bien administrado sirve a la gente que produce y a toda la sociedad”.

“Vamos hacia una vaca más eficiente para convertir comida en leche, que no requiere tanto para mantenerse, que es fértil, longeva, robusta, y que produce más porcentaje de sólidos en la leche”

Gonzalo Tuñón

“De 35.000 tambos que teníamos en 1985 estamos en 11.000. De cada 3 tambos ha quedado uno en estos 30 años, pero es un proceso que no podemos seguir permitiendo”

Martín Favre.