Flavio Mastellone, confiado en la recuperación de la lechería nacional

lechería 2UNO DE LOS RESPONSABLES DE LA SERENÍSIMA HABLÓ SOBRE TODO EL PANORAMA SECTORIAL Y LOS DESAFÍOS EN EL CORTO PLAZO

«El año para nosotros fue muy dificil, como para toda la lechería en general», no duda en evaluar Flavio Mastellone en lo que significa el tramo final de un 2016 complejísimo por cambios, transiciones y variables de análisis inéditas.
Durante el segundo Simposio de Recría y Reproducción de Bovinos de leche que organiza la empresa La Serenísima, el Director de Abastecimiento de Mastellone Hnos. repasó que «el tambero terminó el año 2015 sin resto, tuvimos el cambio de política, que generó un cambio económico haciendo que el alimento que es la base de los tambos se complique, los precios internacionales no acompañaron, el mercado interno no estuvo acompañando, tuvimos las inundaciones de marzo y abril. A partir de mitad de año todo empezó a cambiar, a pesar de estar haciendo comparaciones desde un nivel muy bajo. La leche, mal o bien, aumentó un 60 por ciento», llegando a un rango de 4,50 pesos por litro, aproximadamente, aunque aún no logra compensar costos, ni ánimos.
«Si uno se pone a analizar la historia, si para setiembre u octubre cuando sube la producción, si los precios siguen acompañando en aumento, es positivo. Por eso creo que con menos materia prima, en noviembre también va a subir el precio». Con un nuevo ímpetu estructural, remarca que «como el productor tiene sus dudas aún con la implementación del Siglea, la industria no quiere meter la pata. De todas maneras el ajuste va a ser mínimo, se podría hablar de un dos o tres por ciento para las próximas liquidaciones, mientras esperamos lo que va a pasar en el verano».
En una lectura muy realista y poco concurrida en los análisis generales, Mastellone entiende que «enero y febrero para nosotros son meses muy complicados, porque hay mucha gente que veranea, incluso afuera del país, con lo cual en Buenos Aires donde está gran parte de la venta de lácteos hay muy poca cantidad de gente, recién para cuando empiecen las clases se va a volver a dar una demanda fuerte del mercado interno, cuando se recupere el ritmo de los desayunos y meriendas habituales».
Mientras tanto, «el mercado internacional está un poco mejor, con valores que venían realmente muy bajos, que por cuestiones de oferta y demanda iban a terminar subiendo como ahora, también por una cuestión de oferta y demanda. Desde fines del año pasado la producción está cayendo en Nueva Zelandia, en Uruguay, el caso mismo de Argentina, Europa con la salida de las cuotas, mientras que Estados Unidos se sostiene que los lleva a querer tener una presencia más estable en el mercado internacional». En este marco, para el directivo «Argentina tiene que mirar más de cerca a los países de la región, a Brasil», sabiendo que está vigente y por más de un año aún el convenio bilateral sellado entre privados, que con las nuevas condiciones generales se abrió al debate, por posibles ampliaciones, sobre todo para las grandes empresas.
Con valores en alza, que no llegan de manera directa, ni inmediata a los negocios que hace Argentina, sin duda aporta el cambio de aire para salir a intentar nuevas acciones.
La aproximación a la nueva realidad de la lechería nacional se dará indudablemente el año próximo. Para algunos llegará en pleno verano, para otros cuando arranque el verdadero 2017 a partir de marzo, con una lectura más concreta de las condiciones climáticas, por ejemplo.
Novedades
El Sistema Integral de Gestión de la Lechería Argentina se puso en marcha, con menos rechazo del que se dio en fases anteriores. Si bien en unos meses se lo verá andar en su máxima expresión, en el diálogo con CASTELLANOS para Flavio Mastellone, su éxito «depende de todos nosotros», en alusión a toda la cadena interviniente. «El Ministerio de Agroindustria, trabajando internamente con todos los sistemas, la AFIP acompañando cambios impositivos que se darán recién a principios del año que viene, como por ejemplo el peso por kilo de sólidos útiles, que hoy da números que no son reales; mientras que por parte de la industria hay que modificar las escalas de pago, temas internos que no llegan en los mejores meses, por estar sobre los nuevos presupuestos, las vacaciones y por eso recién en dos o tres meses se pueden ver las mejoras que propone el sistema».
Claro que con nuevas reglas, se espera que las condiciones se empiecen a igualar para grandes y chicas, sobre todo en cuestiones de calidad y sanidad.
Además de esto hay otra situación a contemplar. «La competencia por la leche, independientemente de los controles, está siempre. Cuando falta materia prima se terminan todos los conroles, la cartelización de la que tanto se estuvo hablando, pero sin peleas, la leche se termina consiguiendo», en lo que definitivamente es un negocio y hay pujas lógicas. Es así que las denuncias que se puedan hacer sobre acuerdos privados dejan de tener sentido, sobre todo porque el problema no está en el «préstamo» de leche, sobre todo en cuestiones que hacen a la distancia y el transporte, sino que la mayor problemática se sitúa hoy en el «robo» de tambos por el peso de los precios y la falta de fidelización que algunas empresas generan en sus proveedores.
En la opinión del directivo, el vínculo entre empresas se acuerda con la anuencia de los  productores. «El productor de SanCor tiene su filosofía cooperativista, que tiene cosas muy positivas en el acceso a los acuerdos, que para nosotros tiene que generarnos una forma de ver las cosas, por eso fidelizamos, hacemos participar a nuestros productores. Hay un trabajo que se hace desde hace años, tenemos vínculos con algunos productores de más de 20 años y los casos de empresas que dejan de remitirnos puede ser por cambio generacional, los mayores cambios en las bajas se dan por esto, no tanto por los precios. En esto hay que ordenar el sistema y tenemos que ser responsables al hablar de todo esto, porque SanCor y Serenísima no son responsables de la cartelización». De todos modos, sabe que son cuestiones instaladas en una lechería que debe ordenarse en todo sentido.
Para Mastellone Hnos. un evento como el que se realizó durante dos días en el auditorio de la Universidad Católica Argentina, en Buenos Aires, permite generar nuevos objetivos, mayores vínculos entre tamberos y la industria, para permitirse analizar las nuevas condiciones del negocio, con mayor calidad en la producción, desde la preñez de las vacas, el control en guacheras, la cría, hasta la obtención de materia prima de mejor calidad, un transporte óptimo de la misma y un proceso para resultar en lácteos de categoría mundial. Con todo esto avanzado, con cifras diferentes a las de siempre, la lechería argentina debe andar su senda, con más realismo que ilusión.

 

Elida Thiery