Estiman en u$s 2.700 millones las pérdidas por lluvias en Santa Fe

pérdidasLas inundaciones provocadas por las lluvias en el mes pasado hicieron que de los 13,6 millones de hectáreas de superficie de la provincia de Santa Fe, más de la mitad esté bajo agua. Las pérdidas económicas calculadas hasta el momento en agricultura, lechería, ganadería bovina y otras economías regionales se ubican por encima de los u$s 2.700 millones

En el caso de la soja, la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (CARSFE) estimó que las mermas provinciales en rinde y calidad alcanzan a 3,8 millones de toneladas, lo que representa el 80% de la producción sojera santafesina, que en la última cosecha totalizó los 4,7 millones. De acuerdo con la Bolsa de Comercio de Rosario, las inundaciones impactaron «fuertemente en Santa Fe y en sus hombres de campo», y aseguran que «la inusual emergencia hídrica se ha convertido en una de las más graves de su historia».

Las pérdidas estimadas por la CARSFE hasta la semana pasada en u$s 2.700 millones se dividen en u$s 768 millones en lechería, u$s 689 millones en ganadería bovina, u$s 1.017 millones en agricultura y u$s 250 millones en otras producciones agropecuarias.

La Guía Estratégica para el Agro (GEA) precisó que hay una caída significativa en el nivel de productividad, y la región centro sur de Santa Fe, la más importante para el cultivo de soja, muestra una disminución de un 24% en rindes, o sea alrededor de 10 quintales por hectárea. La situación afecta a dieciocho de los diecinueve departamentos santafesinos pero, en particular, golpeó a algunos distritos de General Obligado, San Javier, Garay, Las Colonias, Castellanos, San Cristóbal, San Justo, San Martín, Vera, 9 de Julio, San Jerónimo y Belgrano.

El director del Departamento de Economía de la Bolsa rosarina, Julio Calzada, afirmó que «no se trata sólo de un problema económico, sino que existen graves y penosos efectos en el plano social y con consecuencias que no se agotarán en la coyuntura, sino que pueden perdurar en el futuro». Evaluó que «el nivel real de pérdidas se irá dilucidando a medida que transcurra la semana, con el avance de las tareas de cosecha». Subrayó que «la situación en muchas zonas es desesperante y el desaliento de las poblaciones rurales va en aumento a medida que avanza la cosecha, y se constatan los resultados negativos de la explotación».