LA INDUSTRIA LÁCTEA, OTRO SECTOR SOBRE EL QUE GANANCIAS PEGA FUERTE

Desde hace varios años, las empresas recurren a personal eventual para cubrir feriados y horas extras.
Con uno de los salarios más altos de la actividad privada, muchos operarios del rubro se resisten a trabajar más por el impacto del tributo

Por trabajar con un producto perecedero y por la sencilla razón de que a las vacas hay que ordeñarlas todos los días, la industria láctea es uno de los pocos sectores de la economía que trabaja sin pausa.

En ese contexto, las actividades durante los días feriados y la suma de horas extras provocan que el salario promedio en las empresas del sector –están entre los más altos fijados por convenio en el país– se vean alcanzados por el impuesto a las Ganancias.

Debido a ello, desde hace ya varios años hay una tendencia (resistencia) de muchos operarios a no trabajar más tiempo, ya que el gravamen no sólo les quita la remuneración extra, sino que, en algunos casos, hasta reduce lo percibido de bolsillo a fin de mes.

Esta situación hizo que varias industrias del sector debieran recurrir a empleos eventuales, dentro del convenio laboral vigente con la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera (Atilra), para garantizar mano de obra necesaria y cubrir feriados y horas extras.

Con una fuerza laboral que, a nivel país, ronda los 20 mil empleos directos, el salario promedio dentro de la industria láctea ronda los 180 mil pesos brutos. Un empleado con 30 años de antigüedad cobra 45 por ciento más sobre el básico, que en enero, en la categoría más baja, era de 64.254 pesos.

Incidencia

«El problema es que, al no modificarse la base imponible del tributo, cualquier remuneración extra que perciba el trabajador hace que el impuesto a las Ganancias tenga mayor incidencia, incluso, en algunos casos, hasta cobrando menos con más horas trabajadas», destacó un empresario del sector que por estos días está negociando nuevamente paritarias con Atilra.

En agosto del año pasado, el gremio y las cámaras que agrupan a las empresas lácteas acordaron un aumento salarial del 27,8 por ciento, más un bono de 12 mil pesos.

La recomposición acordada se realizó en tres tramos: 13,6 por ciento a partir de julio pasado respecto al salario de abril, más el pago de adicionales no remunerativos sobre el básico de julio del cuatro por ciento en agosto, ocho por ciento en octubre y otro 12 por ciento en diciembre.

A partir del 1° de enero, hubo un incremento al básico y al adicional remunerativo de 12 por ciento sobre los valores vigentes a julio pasado.

La industria frigorífica es otro de los sectores, aunque con menor incidencia que en el rubro lácteo, cuyos trabajadores también se ven afectados por Ganancias.

Si bien perciben salarios inferiores, hay trabajadores de plantas que se dedican al desposte de la media res (cortes) y que se resisten a trabajar horas extras, lo que obliga a las empresas a diagramar esquemas complementarios.

Por La Voz del Interior